Leonidas y Las Termópilas

<< Con esto o sobre esto >> , así de rotundas erán las palabras que las madres espartanas decian a sus hijos cuando les entregaban el escudo de guerra antes de que estos entraran por primera vez en combate. Ese mensaje encerraba para Esparta toda una filosofía de vida, el significado era concluyente, el hoplita solo podría regresar de dos formas, victorioso o muerto. Esparta fue sin duda la ciudad más guerrera del Peloponeso griego y una de las más importantes del mundo antiguo. Su historia llena de una austeridad extrema y de un heroísmo sin límite marco profundamente una huella en el ánimo de una civilización todavía incipiente. Esparta, también Lacedemonia, tuvo sus orígenes en las invasiones de los dorios hacia el 1100 a.C y sobre el mapa deberíamos encontrarla en la orilla derecha del río Eurotas las laderas del monte Taigeto, a unos 32,5 kilómetros del mar. Es antigua ciudad incluso en sus momentos más florecientes, tan solo era un grupo de cinco pueblos con casas sencillas y algunos edificios públicos. Los pasos que conducen al valle del Eurotas se desprendían con suma facilidad, y así la ciudad no contó con un recinto amurallado hasta bien entrado el siglo IV a.C. Los espartanos comentaban de forma jocosa y quizá algo soberbia que el mejor muro para Esparta era el de sus escudos. Desde luego después de analizar los datos militares, hay que reflexionar seriamente sobre como tan pocos pudieron doblegar a tantos en una franja tan prolongada de años. Esparta por tanto hizo de la disciplina y el honor una forma de vida. Los espartanos desde sus orígenes habían sido sometidos a toda clase de inclemencias ( climatológicas, militares etc. ) , sí tenemos en cuenta además, su escasa población, cierra las opciones a barajar: O eras muy fuerte o desaparecidas, iES falta escogió lo primero, inculcando a las jóvenes generaciones todos los argumentos necesarios para sobrevivir. Por eso, no se debe dejar a un lado la figura de Licurgo fue auténtico impulsor de la personalidad espartana. De acuerdo con la tradición, fue el artífice de la Constitución de Esparta. Licurgo era hijo del rey Eunomio , y su aparición en la historia es borrosa e imprecisa, encontrándolo por primera vez en los escritos de Herodoto. Fue este semi legendario personaje el que , al parecer, confirió a Esparta la impronta Militar de la que hicieron gala los espartanos a lo largo de los siglos, en especial en el siglo V , cuando licurgo fue elevado a la categoría de un Dios por sus compatriotas , siendo ensalzadas las virtudes austeras y guerreras de la antigua Esparta. El hoplita griego fue el mejor soldado del mundo antiguo. Sobre aquellos temibles infantes destacaban, por méritos propios, los hoplitas espartanos que desde bien jovencito se instruyen en las artes militares convencidos de que, para un ciudadano de esparta, su único horizonte era el de combatir para mayor honra de la ciudad que les había visto nacer.Hasta los 6 años se les permitía andar libres incluso portar suaves túnicas, pero con 7 años cumplidos el pequeño estaba ya directamente en manos del Estado, al que no dejará de pertenecer hasta su muerte. Desde esa edad hasta los 11 años recibirá el calificativo de chiquillo o lobezno, de 12 a 15, muchacho y , por fin, a los 16, irene, es decir, efebo de primer, segundo, tercer o cuarto año. Entre 8 y 11 años de edad, los niños estaban distribuidos en bandas, o tropas, dirigidas por jóvenes Irenes y subdivididas en patrullas liderados por el muchacho más avispado del grupo, llamado Buagos. A estos niños, seguramente, se les enseñaba a leer y escribir pero según nos cuentan los historiadores , no sería está una misión fundamental. A los 12 años dejaban de llevar túnica para llevar su primer manto prenda que conservarían durante todo el año. Era de un tejido muy áspero pero fuerte, como el carácter y personalidad que los pedónomos o educadores pretendían inculcar a los futuros guerreros. Resto de su educación consistía en aprender a obedecer, soportar la fatiga con paciencia y vencer en la lucha. Les afeitaban la cabeza se les acostumbrada a caminar descalzo y a jugar desnudo en la mayor parte del tiempo, dormían en salas colectivas sobre lechos de cañas . La higiene no era su principal virtud, solo se frotaban con aceite los días festivos y estos eran muy pocos. Eran azotados por cualquier motivo aún cometiendo pequeñas faltas. Todo servía con tal de seguir abasteciendo la agresividad de los muchachos. La comida que recibían era a todas luces insuficientes, esperando que se provocarán en ellos el ingenio necesario para conseguir alimento de cualquier manera. En ocasiones, los aprendices muertos de hambre robaban en alguna de las granjas cercanas a Esparta. Por cierto, si un lobezno, muchacho o irene, era pillado infraganti cogiendo comida , no se le castigaba por el hecho de robar, sino por el de haber sido sorprendido. El entrenamiento era durísimo y extenuante. Cuenta como leyenda para que nos acerquemos a medio comprender lo que aquí se expone, que un niño había capturado un zorrillo y a la misma vez fue sorprendido por sus educadores, motivo por el cual el niño decidió esconder dicho zorrillo bajo su manto, pues bien antes que ser descubierto permitió que el animal le desgarrase el vientre aguantando el dolor sin que se le detectase ni un solo lamento, hasta que murió . Significando tal acto un orgullo para su familia. Una vez cumplido los 20 años, llegaba el momento de la prueba de fuego para averiguar si la estricta educación recibida hasta el momento había servido para algo. La prueba consistía liberar aún ilota o esclavo para que esté perseguido campo a través por el joven espartano aspirante a hóplita y le diese caza . Sí cualquiera de estos aspirantes cazaba y mataba el esclavo sus compañeros enfervorizados le felicitaban y abrazaban , sirviendo ello cómo bautismo y aceptación como nuevo soldado Esparta . La batalla de las termópilas, acontecida en el mes de julio del 480 a. C, es uno de esos momentos cumbre para la historia de la humanidad por muchos motivos. Leónidas rey de Esparta fue un jerarca del qué poco sabemos, pero en esta batalla escribiría una de las páginas más brillantes de la historia griega. Pertenecía la dinastía de los Agidas , y llego al trono sucediendo a su pariente Cleomenes en 491 antes de Cristo, por matrimonio con su hija Gorgo . Pues bien Leónidas por su carácter y determinación yo pondría poder de la época constituido por el Imperio Persa. En el año 480 antes de Cristo cuando Gerjes , rey de los persas invadió la Península helenica, sin proponérselo hizo qué la mayoría de las hasta ese momento enfrentadas ciudades griegas se uniesen contra el invasor. Por tanto en el año 481 antes de Cristo fue convocado un gran consejo panhelenico en la ciudad de Corinto desde aquí, a todos sus aliados sin recibir respuesta. Solo estaban Esparta y Atenas para ponerse a los invasores. Ante un ejército tan menguado , los griegos necesitaban espacio estrecho para que el ejército persa solo pudiera enviar pequeños contingentes de soldados. De esta forma los griegos podrían luchar da igual igual con los persas y en este caso el guerrero hoplita siempre superior al Soldado persa. El emplazamiento para tal fin se dictaminó que fuera El Paso de las Termópilas. Era un singular pasillo situado en la frontera noroccidental de Fócida a unos 160 Kilometros al Noroeste de Atenas. Era una estrecha y escabrosa franja de terreno llano entre el mar y escarpadas montañas. Por tanto era el lugar propicio para la defensa del ejército griego. El Gran Consejo panhelenico confío el mando de las tropas griegas a Leónidas, rey de Esparta. Así los omoplatos llegados de cualquier punto de grecia, conformaron un ejército de aproximadamente 7000 hombres. Rápidamente se situaron en el paso de las Termópilas, ubicándose tras un antiguo muro construido los tesalianos , años antes para mantener a raya a ejercitos invasores. Durante 3 días leónidas esos hombres hicieron levantarse de su trono a Jerjes muchas veces. Los hoplitas no solo resistieran, sino que provocaron más de 20000 muertos en las filas del ejército persa. Pero la traición en el nombre de Efialtes se hizo patente para desgracia del ejército griego ya que fue vendido por este focense , qué por una cantidad bastante sustanciosa de dinero puso en conocimiento del ejército persa un paso existente a traves del monte Oeta , que desembocaba directamente a la retaguardia del ejército griego. Consecuencias de este vil acto , la defensa de las Termópilas se hacía prácticamente imposible. Leónidas fue avisado rápidamente de la acuciante llegada por la retaguardia del ejército persa. Llegó el momento de tomar una decisión. Por tanto Leónidas pensó que la retirada sería lo más aconsejable. Pero Leónidas era espartano, y él había elegido ese lugar para dar sentido a su vida llena de rigurosidad , disciplina y honor. Ni él ni sus hombres , pensaban un faltar a la cita con el destino. El propio Leónidas dispuso que 300 hombres elegidos por un criterio riguroso de selección , todos ellos habiéndose comprobado previamente que dejaban descendencia en Esparta para que la familia en caso de muerte no quedarse desamparada. Al resto de contingente lo disperso pues pensaba que podrían ser necesarios en otros puntos de conflito si el invasor lograba superar las termopilas. Esa noche Leónidas tras brindar con sus soldados y despedirse con la promesa de verse en el reino de Hades , decidió no esperar más e iniciar el ataque contra los persas y morir atacando. El formidable impetuoso rey de Esparta fue de los primeros en morir. El cadáver del rey Leónidas fue despedazado con saña por orden del orgulloso Jerjes, qué pregunto a Demerato, griego a las ordenes de Jerjes sí existían en Grecia más espartanos cómo aquellos 300.Demerato le contesto con ironía que no 300 si no 8000 eran los que le estaban esperando.

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