Califato de Córdoba
El panorama que ofrecía al- Andalus en los últimos años del siglo IX y los del X, en los que se sucedieron los emires al- Mundir( 886- 888) y Abd Allah( 888 - 912), no era nada positivo.Aparte de la revuelta de Umar ibn Hafsun, que había alcanzado unas proporciones gigantescas, y de la actitud casi independentista que adoptaban los gobernadores de las marcas, se multiplicaron las luchas internas, en las que intervenían tanto factores étnicos como sociales y políticos. Pero esa situación, que fue la que se encontró Abderramán III cuando accedio al emirato en el año 912, cambió radicalmente en muy poco tiempo . Abderramán III ( 912-961)logró pacificar el territorio de al-Andalus en apenas unos años. Un poeta cortesano, Ibn Abd Rabbihí, exaltó hasta límites increibles los éxitos militares del nuevo emir, escribiendo lo siguiente: En una sola campaña te apoderaste de doscientas fortalezas llenas todas de petulantes rebeldes. Ni Salomón tal hiciera, ni el constructor de la muralla de Gog